La rebelion de las mochilas

Mientras pasaban distintas situaciones en nuestro país, situaciones poco relevantes y casi sin importancia, sucedió algo inesperado y no contemplado por el gobierno ni por los demás espectadores. Resulta que los estudiantes secundarios se paralizaron, primero comenzaron 2 liceos emblemáticos de Santiago como es el Liceo de Aplicación y el Instituto Nacional, luego se sumaron otros liceos tanto de stgo. como de regiones; iniciaron sus protestas en las calles para que después culminaran con masivas tomas de diferentes establecimientos del país.

Sus demandas consisten en derogación de la ley LOCE, pase escolar gratuito, inscripción PSU gratuita entre otras, sus peticiones son claras y consistentes con propuestas y soluciones radicales y muy coherentes. La postura del gobierno en un principio era muy categórica “no negociarían, ni tendrían ningún dialogo con los estudiantes que estuvieran movilizados”, esta decisión era un intento de frenar tal descomunal movilización, pero no lo lograron ya que al manifestar tal decisión trajo consecuencias que no las imaginaban, los estudiantes secundarios se unieron con más fuerzas y resistieron sumándose aún más colegios exigiendo su derecho de participación y demostrando su descontento sobre el sistema de educación actual en Chile. Frente a esto lograron el apoyo de otros sectores empezando por los profesores de sus propios establecimientos, sus padres, y luego la iglesia católica entre otros.
Al gobierno no le quedó otra alternativa que cambiar su discurso, debido a las pérdidas millonarias que tuvieron los municipios por concepto de subvención y se sentaran a “dialogar” las exigencias de los estudiantes secundarios
Realmente es un triunfo y un ejemplo para todos nosotros, vemos que no hay que temer y aceptar todas las decisiones que toman unos pocos, según ellos, “para el beneficio de todos” debemos formar parte de las cosas que deciden nuestro futuro como actores principales y generar cambios que sean realmente un beneficio para todos.

Por Paula Baeza